Las alarmas sonaron en la última edición de Alta Costura, por primera vez en 35 años el diseñador no salío a saludar al final del desfile. El diseñador alemán preocupó a todo el mundo de la moda y los rumores sobre su estado de salud se dispararon.
En las últimas dos ediciones salió con paso lento y movimientos delicados algo propio de un hombre que con más de ochenta años seguía trabajando al ritmo acelerado que marcan las pasarelas y estos tiempos en los que la moda va más acelerada que nunca. En su lugar, pudimos ver a Virginie Viard, la directora de estudio de Chanel, y aunque en la Maison afirmó que Karl asistiría al desfile de compradores nadie pudo confirmar su presencia.
Argumentó que se sentía cansado, algo normal ya que a su oficio de diseñador en los últimos años había añadido un nuevo perfil, el de fotógrafo.
El diseñador empezó su andadura en otra casa francesa: Balmain, continuó en Chloé y desde 1965 diseñaba para Fendi (casa a la que llevaba 53 años vinculado). Pero la que realmente cambió su trayectoria fue Chanel (1983).
Uno de los más afectados es su dato Choupette, su gato, que vivía a cuerpo de rey. Incluso tiene cuenta propia de Instagram.