¿Por qué una gestión municipal puede degradar tanto un centro comercial? Porque desde el consistorio les trasmitieron a los comerciantes a través de José Hila que la intención del Ajuntament es convertir las galerías en "una zona cultural", con un "centro de jóvenes emprendedores".
Obviamente, nadie quiere invertir en poner un negocio en un sitio que en pocos meses no se va a renovar la concesión, sino que ya tiene otra función no-comercial fijada. Por lo que los comerciantes que había han ido huyendo de la zona que pasará a ser gestionada por la regiduría de Comercia, actualmente en manos de la socialista Joana Maria Adrover.
Hasta ahora, la gestión de las zonas comunes de las galerías se gestionaban a través de la Asociación de Empresarios y Comerciantes de Galerías Plaza Mayor. En sus buenos tiempos, cuando Hila no les había hecho este "pre-desahucio", iba una persona a limpiar durante cuatro horas al día. Actualmente, la comunidad solo puede mantener la limpieza durante dos horas. Insuficientes para las evidentes necesidades de la zona, pues a cada día que pasa la suciedad está ganando terreno.
A partir del 15 de septiembre llegará la incertidumbre. Porque lo que pasará a manos del Ajuntament no son todas las galerías, sino que solo asumen las zonas públicas. Hay locales que son de propiedad privada "por escritura". Por lo que, si Hila continúa en Cort y quiere cumplir su plan, quizá se verá obligado a expropiar propiedades a los actuales dueños de algunos de los locales de los subterráneos de Plaça Major.
Restaurantes, bares, tiendas de tatuajes, tecnología, ropa... Eso se podía encontrar antes de que el exalcalde José Hila anunciara esta reforma de la función de estas galerías. Ahora solo se puede encontrar mugre, bolsas de basura, papeles, polvo, cubos de basura a reventar y mucha oscuridad.
Por suerte para los comerciantes que aun resisten, es que antes de que acabe la concesión habrá elecciones municipales, y podría ser que la gestión de Hila le pase factura y no pueda volver a gobernar. En ese caso les quedaría una última oportunidad de salvar su sustento de vida si el nuevo equipo de gobierno frena este proyecto impulsado por los socialistas de Palma.
Este diario ya avisó de la dejadez de esta zona cuando se detectaron verdaderos abandonos de mantenimiento en el parking de Plaça Major.
En definitiva, la realidad es que cada día que pasa, el proyecto del Ajuntament ha condenado al ostracismo a esta zona tan céntrica y prometedora de Palma. Los comerciantes ven como cada vez su negocio pierde valor de forma directamente proporcional a cómo les come terreno la basura.