Según han explicado desde la Conselleria de Hacienda y Administraciones Públicas, el retorno de la Comunidad a los mercados para financiarse al margen de los mecanismos de financiación del Estado ha recibido "un gran interés tanto en el ámbito nacional como a nivel internacional" y se ha cerrado después una demanda inversora por "casi tres veces más" de lo finalmente colocado.
En concreto, la operación logra el importe de 400 millones de euros, dentro de la horquilla máxima planteada por la Dirección general del Tesoro, Política Financiera y Patrimonio del Govern de colocar entre 300 y 400 millones de euros.
Sobre esto, han asegurado que si bien "el objetivo inicial era captar 300 millones", este "alto interés inversor" ha hecho que el Govern haya aumentado el importe final hasta 400 millones.
Las ofertas definitivas presentadas por las entidades inversoras en deuda pública de la comunidad autónoma han sumado un importe de 1.092,8 millones de euros.
La consellera de Hacienda, Catalina Cladera, ha asegurado que estos datos "demuestran la credibilidad externa y la confianza en la solvencia y la gestión financieras de Baleares".
Según ha comentado, "la vuelta a los mercados" es un indicador de la "recuperación de la normalidad financiera" de la Comunidad.
Este plan supone un "punto de inflexión" para Baleares, "un nuevo paso que refuerza la buena salud financiera" de la comunidad, y que le permite "recuperar autonomía financiera y mayor flexibilidad en los plazos y condiciones", ha explicado Cladera.
De esta manera, Baleares ha conseguido cerrar la emisión de deuda mediante bonos a diez años --hasta noviembre del año 2028-- y un tipo de interés del 1,549%. La financiación se ha cerrado a +27 puntos básicos (0,27%) sobre el coste del Tesoro, muy por debajo del máximo autorizado por el Estado de 50 puntos básicos de acuerdo con los términos de prudencia financiera (0,50%).
En esta operación, el Govern ha contado con la colaboración de cuatro entidades financieras (BBVA, CaixaBank, Bankia y HSBC). En total, 75 entidades inversoras han participado en la operación, principalmente de otros países. En concreto, 51 entidades internacionales y 24 domésticas.
Por importe de compra, más de la mitad de la deuda colocada en esta emisión -un 56% del total- corresponde a países extranjeros y un 44% al mercado español.