1016 no es ni más ni menos que el número que llevó en los castings, y que ahora toma como título a este debut. A Alfred le vimos escribir en el piano de la clase de Manu Guix o en el sofá de la Academia con su libreta marrón, y esto supuso un gran punto a favor: desde fuera, los seguidores del programa coreaban sus canciones.
Todo esto lo supo aprovechar como el que más y como el mejor: este feedback tan positivo le llevó a los mejores festivales del verano como el Arenal Sound o el Share Festival.
Alfred no solo ha compuesto prácticamente todo el álbum, sino que con sus 21 años ha sido capaz de autoproducirse. Un proceso que él define como “artesano y en crudo”. Los instrumentos grabados, uno a uno, dejan una producción cuidada y minimalista que incide hasta el mínimo detalle.
16 canciones, 3 idiomas y una hora en punto cuentan las experiencias vividas del artista catalán a lo largo del pasado año. Un viaje narrando a través del pop rock pasando por el jazz y hasta llegar a su lado más alternativo. Por eso, “De La Tierra Hasta Marte” no podía ser mejor elección como primer single.
Una declaración de amor convertida en una visión de futuro y de “aprender a viajar solo” a golpe de rock, inician el play de 1016.
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