Pero alguien ha dicho basta, y el Govern acudirá el próximo miércoles, a unas conferencias y reuniones a puerta cerrada, para buscar una solución.
'Mamading', 'balconing', botellón, orines en plena calle, ruido... Todo esto lo genera el turismo de borrachera que algunos hoteles traen año tras año a las Illes Balears. Les da igual quién ocupe sus habitaciones mientras paguen al irse. Por eso, mucha gente espera que de esta cumbre internacional salga una solución real a un problema para muchas zonas de las islas.
Además, pueden pensar que se refieren a el Arenal o a Magaluf, pero no se queda solo ahí. Los altercados pueden encontrarse en cualquier zona urbana, turística y no turística. Incluso en el propio aeropuerto, donde los turistas llegan y se van borrachos.
No cabe duda que para los habitantes de Balears que anhelan medidas contra este tipo de turismo perjudicial e insano, y sobre todo molesto, esta reunión es un haz de luz esperanzadora para que acabe la larga y tortuosa pesadilla en la que llevan años atrapados a costa de que algunos hoteleros llenen sus bolsillos.