Asimismo, por tercera semana consecutiva en el Estado, la mortalidad se ha elevado un seis por ciento respecto a lo esperado en estas fechas y la estabilización de la enfermedad en las últimas semanas indica, tal y como señala el ISCIII, que se está "muy cerca" de alcanzar la máxima
incidencia gripal de la temporada.
En este sentido, se está produciendo una difusión epidémica, y se mantiene un nivel de intensidad medio. De hecho, por grupos de edad, se observa un leve ascenso en el grupo de entre 0 y 4 años, y un descenso en el resto de grupos, sin ser significativa la tendencia en ninguno de ellos.
Desde el inicio de la temporada 2018-19 se han notificado 10 brotes de gripe en cuatro comunidades autónomas, y todos los cuales se identificó el virus tipo A. De todos ellos, 5 se produjeron en instituciones sanitarias, 3 en geriátricos, uno en un colegio/guardería, y otro en una institución de larga estancia. La mediana de edad de los pacientes afectados fue de 71 años en las instituciones sanitarias, y de 77 en los geriátricos.
Respecto a las hospitalizaciones por gripe, en la última semana la tasa acumulada de hospitalización ha sido de 23,6 casos/100.000 habitantes, situándose la mayor proporción de casos en el grupo de personas mayores 64 años (55%), seguido del grupo de 15 a 64 años (32%). Los casos graves hospitalizados confirmados de gripe (CGHCG) ascienden a 7,7 por cada 100.000 habitantes, de los cuales el 53 por ciento fueron hombres y el 56 por ciento tenían una media de 64 años.
Además, el 81 por ciento de los pacientes con información disponible presentaban factores de riesgo de complicaciones de gripe como, por ejemplo, enfermedad cardiovascular crónica (43%), enfermedad pulmonar crónica (30%), y diabetes (28%). En el caso de los menores de 15 años, ha sido la enfermedad respiratoria crónica (6%) y la enfermedad renal crónica (4%). El 72 por ciento de los pacientes desarrolló neumonía y el 26 por ciento ingresó en UCI, y la letalidad entre estos pacientes ha sido del 13 por ciento, en el rango de temporadas previas.
Por comunidades autónomas, todas presentan unas tasas de incidencia de gripe por encima de su umbral basal (o epidémico), siendo el nivel de intensidad alto en Madrid; medio --a parte de Baleares-- en Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Castilla La Mancha, Cataluña, Ceuta, Comunidad Valenciana, Navarra y La Rioja; y bajo en el resto.
Al mismo tiempo, la difusión es amplia (o epidémica) en todo el territorio vigilado, excepto en Extremadura y Ceuta, donde es local. La evolución es ya descendente en el norte peninsular (Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra y La Rioja), mientras que en el resto aún es ascendente o con tendencia a estabilizarse.