Según ha informado el Ayuntamiento en una nota de prensa, la medida fue acordada por unanimidad en el pleno de enero. La suspensión implica que no se autorizará ningún proyecto urbanístico mientras se realiza el cambio de las normas subsidiarias del municipio, con el objetivo de evitar posibles edificaciones que una vez modificadas estas normas, quedarían fuera de ordenación.
Con esta idea, el Ayuntamiento ha encargado a arquitectos, ingenieros y geógrafos diversos estudios e informes que ayuden a la redacción de las nuevas normas. El objetivo es diseñar una modificación del planeamiento urbanístico que garantice que fenómenos naturales como el ocurrido día 9 de octubre de 2018 tengan la menor incidencia posible dentro de los núcleos urbanos, tanto para las personas como para los inmuebles.
Un arquitecto será el encargado de la redacción de la documentación necesaria para adoptar una acuerdo de suspensión de licencias y actos urbanísticos.
Esta suspensión cautelar delimita dos zonas en los diferentes núcleos del término municipal de Sant Llorenç. En una de ellas, no se autorizará ningún tipo de intervención que modifique los usos y aprovechamientos autorizados y consolidados en las edificaciones preexistentes.
En la otra también rige esta prohibición y tampoco se autorizará ningún tipo de actuación de restitución o de nuevos cierres de parcela opacos. Sí serán autorizables, siempre que el cierre cumpla las distancias de protección de la normativa hidráulica, obras de consolidación o nuevos cierres permeables tipo rejilla metálica o bien que quede acreditado que no supondrá impedimento para el paso de aguas de escorrentía.
