El edificio sufría graves daños estructurales debido a la humedad y la filtración. Con este panorama se ha procedido a limpiar toda la zona afectada: una capilla lateral, la sacristía y el primer piso, en el que se encontraron los grafitis náuticos. En estas zonas se ha eliminado el referido de las paredes para dejar respirar los muros y se han sellado todos las grietas con un mortero natural, reversible y estable, que se asimila a los originales para no crear un impacto visual.
En estas zonas se está continuando la tarea y se prevé dejarlas acondicionadas para su visita. Asimismo, la sala en la que están los grafitis que se iluminarán para que sean visitables por el público interesado.
En la intervención, cabe destacar, no sólo el papel de la consolidación del edificio sino la importancia arqueológica ya que permite ver la capilla en su estado original, así, se ha descubierto una antigua capilla y un arco que hasta ahora estaban tapados.
En cuanto a los grafitis náuticos se encuentran en buen estado de conservación y la tarea más importante es controlar los factores externos que los afectan, como el viento o la filtración de agua.