Así lo ha previsto la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca y ha informado, mediante un comunicado, que se procederá, en primer lugar, a una tarea "más científica", que consiste en abrir la cavidad celómica del animal para extraer los órganos y coger las muestras que servirán para estudiar y determinar las causas de la muerte.
En este sentido, el resto será depositado en un vertedero controlado de Empresa Municipal de Aguas y Alcantarillado (Emaya) y, asimismo, se ha explicado que la parte del esqueleto posterior y la musculatura que no se pueda retirar será enterrada con cal, "porque probablemente serán aprovechados con finalidades museísticas o de investigación", ha detallado el gerente del Consorcio para la Recuperación de la Fauna de Balears (Cofib), Lluís Parpal.
En las tareas participan técnicos y especialistas de Palma Aquarium, la Universidad de Barcelona (UB), el CREM y Cofib, además, al operativo dan apoyo la Guardia Civil, agentes de Medio Ambiente, Policía Local, el Servicio de Emergencias y Servicios Municipales del Ajuntament de Sant Llorenç des Cardassar.