El desenlace final comienza el 10 de Enero. Ese día Federico Jiménez Losantos lanza una de sus filípicas habituales desde los micrófonos de EsRadio en Madrid opinando sobre el Partido Popular de Baleares. Conozco gente que no comparte ninguna de las ideas de este periodista, pero sintoniza su emisora unos minutos en el coche para empezar con energía la jornada laboral: “es como tomarte un RedBull en ayunas”, me dicen. Esa mañana FJL expone, sin matices, que “Company ha respaldado todo el tiempo a Francina Armengol, incluso en la memoria histórica”, y que “Mateo Isern había hecho obligatorio el catalán expulsando a todos los que no fueran catalanes o mallorquines de obediencia catalanista”. Textual. Estas bombas, de precisión tan exacta como lanzar un globo de agua desde una avioneta, estallan en los oídos del Secretario General del PP, Teodoro García Egea, que en esos momentos está interviniendo en directo en el programa por teléfono.
Se puede dejar de votar al PP, de hecho ya lo está haciendo mucha gente, pero a mi me parece que hay suficientes motivos como para no tener que inventárselos, o recurrir a hipérboles grotescas pronunciadas por uno de los comunicadores más influyentes de la derecha en España. El caso es que uno pensaría que una intoxicación tan burda llegaría a Madrid por boca de alguien de VOX con acceso a FJL. Pero no. El número dos del PP consigue averiguar por vías periodísticas que la fuente del bulo según el cual, por ejemplo, “Isern desarrolló la misma política lingüística que Francina Armengol” es José Ramón Bauzá. En ese momento queda firmada en la sede de Génova la sentencia de muerte política del actual senador y penúltimo presidente de Baleares, que le es comunicada en medio de reproches.
Lo fácil sería continuar la columna dándole mandobles al muñeco roto, pero no me sale. Hace unas semanas un Pablo Casado perseguido físicamente y acribillado a whatsapps por Bauzá tuvo que implorar ayuda a una persona de su confianza: “quítame de encima a este tío, por favor”. La soledad de Bauzá en el PP tiene mucho más que ver con su extraña personalidad, por ser suave, que con sus ideas. Pero el expresidente no se da cuenta porque tiene seriamente trastornada su percepción de la realidad. “Quién necesita piedad sino aquellos que no tienen compasión de nadie”, decía Albert Camus.
Hace unas semanas un Pablo Casado perseguido físicamente y acribillado a whatsapps por Bauzá tuvo que implorar ayuda a una persona de su confianza
El problema de fondo para el PP es otro. En el debate sobre la lengua la izquierda y el nacionalismo han conseguido imponer los marcos mentales y las metáforas que explicaba Lakoff. Según la teoría de este profesor de lingüística en Berkeley, “cuando la información que recibimos no se conforma a los marcos asumidos e incorporados a nuestro cerebro, nos quedamos con los marcos e ignoramos los hechos”. Los hechos son dos: en primer lugar, los resultados de los estudios que analizan el nivel de nuestra enseñanza pública son deprimentes. En segundo lugar, a pesar de la inmersión lingüística obligatoria el uso social del catalán retrocede en Baleares. Pero el marco se impone: criticar la inmersión lingüística “café para todos” es atacar el catalán. Cuestionar ese sistema de enseñanza es propio de retrógrados, centralistas, jacobinos y, en último caso, fascistas. El auténtico reto para el PP en las comunidades con lengua propia consiste en romper ese marco, cambiarlo. Se puede criticar abiertamente la inmersión lingüística obligatoria y al mismo tiempo promover el estudio y el uso del catalán. El gran triunfo del nacionalismo, que ha logrado abducir al socialismo catalán y balear, es dar por sentado que lo anterior es imposible.
Otro tanto sucede con el requisito del catalán para acceder a la función pública. Planteado sin matices tal como hace el nacionalismo pancatalanista de Baleares es una burda herramienta de ingeniería social. Pero negar esa exigencia en determinados puestos es otra torpeza, y una incoherencia si se defiende de verdad una administración bilingüe. Después de tantos años de silencio ante el problema no es sencillo construir este discurso, algo más complejo que el slogan que se berrea desde VOX. Precisa de inteligencia -la que no demostró Bauzá en su etapa de gobierno- y recursos -los que no dispuso Bauzá para ese objetivo-. Lo demás es tratar de torpedear a tu propio partido desde dentro para luego presentarte como el salvador. Para desgracia de la izquierda en Baleares, en Madrid le han calado, y han terminado por desahuciar al hombre que ostenta el récord mundial de movilización del electorado adversario. Ante esa realidad Bauzá se ha ido poniendo el ventilador, sin que sepamos aún hacia qué dirección se va a expandir su mierda.