Los hoteleros han planteado estas reivindicaciones en una rueda de prensa enmarcada en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) que se celebra estos días en Madrid. En el acto han participado la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), la Federación Empresarial Hotelera de Eivissa y Formentera (Fehif) y la Asociación Hotelera de Menorca (Ashome).
Los hoteleros han advertido de la "incertidumbre a la que se enfrenta el sector turístico" y la "ralentización de la economía" y de la demanda turística debido a la recuperación de los destinos competidores -de la ribera sur y oriental del Mediterráneo-, el 'Brexit', la devaluación de la lira turca y el incremento de los precios del petróleo.
Según datos ofrecidos en su intervención, Turquía ha experimentado una subida en la llegada de turistas del 21,6%, de enero a septiembre de 2018, mientras que Egipto ha aumentado el sector turístico en el 41,5%, ambas con previsión de crecimiento para el año 2019.
A ello han sumado "políticas que contribuyen a generar una mayor incertidumbre" por lo que han pedido al Govern y al resto de administraciones implicadas que escuchen al sector empresarial, impulsen la colaboración público-privada, otorguen "seguridad jurídica" para incentivar la inversión y ordenar la actividad turística -frenando "el intrusismo y la economía sumergida"-, y adecuen la dotación de infraestructuras, entre otras reivindicaciones.
Como una de estas "medidas urgentes", las federaciones hoteleras han vuelto a pedir la retirada del impuesto turístico en Balears, cuya aprobación han tildado de "desacertada".
Al respecto, han avisado de que "destinos competidores han resurgido con fuerza aplicando una política de precios muy agresiva, en la que el sector balear no puede ni quiere entrar", por lo que ven el impuesto como "una seria amenaza".
"No podemos hablar de ser competitivos e intentar atraer al turista cuando estamos castigándolo con un impuesto", ha insistido la presidenta de FEHIF que lo considera "injusto y desfavorable" al estar sólo implantado en Balears.
Además, los hoteleros han mantenido que el impuesto "responde solamente a fines recaudatorios" y no al objetivo de "paliar la huella del turismo", sino que creen que pretende "encubrir el déficit de financiación de la Comunidad Autónoma".
"Se ha demostrado que los proyectos financiados con cargo al impuesto nada tienen que ver con el turismo y el medioambiente, y lo que es peor aún: la mayoría de proyectos están sin comenzar y han bloqueado los servicios técnicos de los ayuntamientos", han reprochado.
Otra de las principales medidas exigidas por el sector hotelero es el control de la oferta de alquiler turístico que "amparada por la opacidad y escasa inspección, opera en la ilegalidad".
"Estamos decepcionados", ha confesado la presidenta de Fehif que asegura que se está haciendo "un flaco favor al sector hotelero" con este tipo de alquileres al permitir su publicidad.
Por ello, las federaciones y asociaciones empresariales han pedido al Govern "una labor de vigilancia seria y rigurosa" centrada en el control de las condiciones en las que no está permitida la comercialización de estancias turísticas en viviendas; sanciones por publicidad de oferta ilegal; control de las regulaciones tributarias y requisitos reglamentarios, con un cruce de datos entre la Conselleria de Turismo y la Agencia Tributaria; y que vigile el cumplimiento de las normas de seguridad ciudadana por parte de los turistas, entre otros aspectos.
Finalmente, la FEHM, Fehif y Ashome han exigido adaptar la normativa para permitir "continuar con la transformación de la planta hotelera".
Según las patronales, en Mallorca queda un 40 por ciento de la planta hotelera por modernizar, y en Menorca el porcentaje es del 80 por ciento. "Se nos ha puesto un freno con las últimas modificaciones de la normativa", han lamentado.
En esta línea, los hoteleros han apuntado que "la ralentización de las reformas puede tener consecuencias nefastas tanto para el sector turístico como de servicios y construcción", avisando de que el periodo de tramitación de los proyectos "acumula una media de 18-24 meses desde que se inician hasta que se pueden ejecutar".
"Nuestro cliente más potente es el británico, hay que buscar más alternativas pero no se puede olvidar que el grueso está en el turista británico", ha insistido la presidenta de FEHIF, Ana Garrido.
A Garrido le preocupa que "siga bajando" el turismo en Eivissa y Formentera mientras continúe el proceso del Brexit que hace que sus ciudadanos retrases sus reservas para las vacaciones.
Por parte de ASHOME, su presidente Luis Pablo Casals, ha confesado que "sólo queda rezar" para que el Brexit perjudique lo menos posible al turismo en Menorca en verano. Casals ha recordado que el turismo en época estival produce "el 80% del PIB" de la isla, por lo que "Menorca está rezando" para que no bajen las cifras.
Por su parte, la presidenta de FEHM, María Frontera, ha apuntado que su federación se encuentra "a la espera" de ver qué ocurre en Reino Unido, aunque ya se ha advertido "un descenso en el mercado nórdico, un cliente muy bueno con un poder adquisitivo medio-alto".