Según el escrito del Ministerio Fiscal, los hechos ocurrieron en diciembre de 2017, después de que el acusado se enterase de que su expareja mantenía una nueva relación sentimental. Tras esto, le dejó varios mensajes vía telefónica con intención de intimidarla.
Además de varios insultos y amenazas de muerte, le dijo que la iba a quemar. Finalmente, se personó en su domicilio y le prendió fuego a la puerta. Como consecuencia, se quemaron unas bolsas de basura y quedó afectada la parte exterior de la puerta.
La Fiscalía le pide un total de diez años de prisión, la prohibición de acercarse a una distancia inferior a 500 metros y de comunicarse con ella durante cinco años.