Desde el Ejecutivo autonómico han señalado que la actual regulación europea en materia de emisiones industriales limita de forma drástica las emisiones permitidas en las actuales centrales térmicas, lo que implicaba una intervención en la central de Maó.
Pons ha destacado en este sentido que "la actuación permitirá garantizar el suministro de la isla reduciendo las emisiones contaminantes".
La actuación prevista en la central de Mahón supone la introducción de un sistema de inyección de agua desmineralizada en las turbinas para reducir la temperatura de combustión y, por tanto, la formación de óxidos de nitrógeno. El agua que se utilizará en este nuevo sistema procederá de la estación depuradora de aguas de Mahón-Es Castell.
Por tanto, se trata de una actuación que necesita de una intervención en la propia central térmica, consistente en una planta de desmineralización y de otra que debe permitir la canalización de agua desde la depuradora hasta la central a través de una tubería de 5,9 kilómetros.
El conseller ha destacado que la autorización del Gobierno central se produjo el pasado mes de noviembre "cuando ya hacia tiempo que se sabía que esta actuación era necesaria".
Cuando la actuación esté finalizada, las emisiones de óxido de nitrógeno se reducirán hasta un 70 por ciento y permitirán aprovechar el agua producida en la depuradora, que actualmente se vierte al mar.
Pons ha destacado que esta actuación es un primer paso hacia el objetivo que defiende el Govern para que la central eléctrica funcione con gas natural. "Es un proyecto en el que Endesa ya trabaja y que permitirá reducir todavía más las emisiones contaminantes de la central de Mahón", ha concluido.
En la rueda de prensa, Pons ha comparecido junto con el director general de Endesa en Baleares, Martí Ribas, y la presidenta del Consell de Menorca, Susana Mora.
