La razón es simple. La administración estadounidense está cerrada parcialmente y no puede acudir a los servicios habituales del Estado para recibir como es debido a los campeones.
De hecho lo explicó tal cual: “Pedí unas 300 hamburguesas para ustedes. Todo de empresas estadounidenses: Burger King, Wendy’s y McDonald’s (...) Todo lo que a mí y a ustedes les gusta”.
A la hora de explicarlo, Trump utilizó su habitual argumentario machista y jocoso: “o no les dábamos comida porque estamos de cierre en la Administración, o les ofrecíamos unas pequeñas ensaladas que hubieran preparado la primera dama (Melania Trump) y la segunda dama (Karen Pence)... o pedía unas mil hamburguesas”.
Durante la comida, Trump bromeó uno de los jugadores de Clemson mientras se sumaba al festín, “Nuestro nutricionista debe tener un ataque”, “Quiero ver qué queda aquí cuando nos vayamos, porque no creo que sea mucho”.
En el vídeo del medio mexicano HuffPost México, pueden ver como ni si quiera se molestaron en sacar las hamburguesas de sus cajas.