La exhumación comenzó el martes pasado a cargo de la Sociedad Aranzadi, adjudicataria de las intervenciones en fosas por parte de la Conselleria.
En un comunicado de prensa, este departamento del Govern ha informado de que, según la información histórica de que se dispone y según apunta la causa judicial abierta, dos de los tres cuerpos hallados en el cuadro 1 del cementerio se corresponderían a Macià Salvà, albañil del Coll d'en Rebassa de 32 años, y a Antoni Oliver, natural de Pollença.
Por su parte, el tercer cuerpo descubierto sería el de Miquel Martorell, payés de 35 años de Bunyola en cuya exhumación todavía se está trabajando.
En este sentido, la Conselleria ha apuntado que el cuarto cuerpo por encontrar podría corresponder a Sebastià Vidal, guardia civil natural de Santanyí de 53 años cuyo cuerpo, previsiblemente, se encuentra en el cuadro dos del cementerio.
La Conselleria ha detallado que la localización de los cuerpos "coincide con el lugar donde especifica la causa judicial" y presentan "lesiones de proyectiles por arma de fuego" como indicaba la autopsia de 1936. Además, algunos cuerpos están dispuestos boca abajo y, según apuntan los arqueólogos, cuando se enterraron "los cuerpos se cortaron otros enterramientos anteriores".
Según la información histórica, entre los meses de octubre y diciembre del 1936 estas cuatro personas fueron fusiladas entre el kilómetro 19 y 20 de la antigua carretera de Palma a Portocolom.
La Conselleria ha recordado que la fosa de Llucmajor es la doceava acción por parte de la cartera encabezada por Fanny Tur esta legislatura, incluida en el Plan de Actuaciones aprobado desde la entrada en vigor de la Ley para la Recuperación de Personas Desaparecidas durante la Guerra Civil y el Franquismo.
Las exhumaciones de Llucmajor se suman a los trabajos realizados en las fosas de Porreres, Montuïri, Alaró, Sant Ferran, Sencelles, Calvià, Marratxí, Pou de Sant Lluís en Porreres, Eivissa y Santa Maria. Asimismo, la Conselleria ha afirmado que se ha realizado un estudio de viabilidad en Son Coletes y en el cementerio de Bunyola, un hecho que "abre la puerta a posibles intervenciones".