Era la hija del hermano del marido de su hermana y la acabó dejando embarazada. Los hechos sucedieron desde el verano de 2013 hasta mayo de 2015.
Según el escrito del Ministerio Fiscal, solía aprovechar que no había nadie en casa o que el resto de los habitantes de la casa estaban dormidos para violarla.
La primera vez la abordó en el baño mientras ella se estaba peinando. Ella gritó y le pegó para que le soltara pero, finalmente, le bajó los pantalones y la acabó penetrando. La víctima nunca había mantenido relaciones con nadie. Finalmente, en mayo de 2015, el padre de la menor le pilló saliendo de madrugada de la habitación de su hija y le echó de casa.
Como consecuencia de estos hechos, la niña quedó embarazada y tuvo un hijo. A día de hoy, presenta sintomatología compatible con el trastorno de estrés postraumático, vergüenza, rabia, tristeza, culpa y terror, hasta el punto de querer suicidarse.
La Fiscalía considera que estos hechos son constitutivos de un delito continuado de agresión sexual y pide para el acusado una pena de 17 años de cárcel y la prohibición de acercarse a la víctima a 200 metros durante diez años y una indemnización de 30.000 euros.