El discurso de Fin de Año, por segundo año consecutivo, se ha llevado a cabo fuera de Mallorca. En concreto, en el Pati de sa Lluna de la localidad menorquina de Alaior, donde Armengol ha apelado a la unidad para seguir este camino de progreso social y fortalecimiento económico.
La presidenta ha hecho hincapié en la salida de "la peor crisis, incluso saliendo de ella reforzada". Asimismo, ha señalado, "pese a que no se podrán evitar las crisis globales, ahora sabemos que no las superaremos por medio de recortes".
La presidenta del Ejecutivo ha enumerado las nuevas iniciativas y los beneficios para mantener el ritmo de cambio de la actual legislatura, entre las que ha destacado la campaña 'Ni una menos', asegurando que Baleares es una comunidad comprometida que ha salido a la calle para reclamar la vida en igualdad que todo el mundo merece".
Por otra parte, ha mencionado el nuevo Régimen Especial de Baleares (REIB) "que permitirá compensar las desventajas que provoca la insularidad", asegurando que se tiene que "blindar y vigilar" para que sea "íntegramente disfrutado por la ciudadanía".
Con todo, ha recordado también la supresión del copago sanitario, las ayudas al alquiler y la rebaja de impuestos para comprar el primer hogar o ayudas a la conciliación de hasta 600 euros para pagar la escoleta o las actividades extraescolares de los hijos, así como la gratuidad de los aparcamientos de los hospitales públicos Son Espases y Can Misses, que entrará en vigor el 1 de enero de 2019.
"Hace tres años la volvimos a hacer universal y ahora volverá a ser gratuita: el 1 de enero se levantan las barreras de los parkings de los hospitales públicos y todos serán de acceso libre y gratuito", ha matizado.
Asimismo, ha dedicado unas palabras para destacar la reducción de las listas de espera, "y garantizar por decreto que nadie espere más de 60 días para ser operado".
"En los momentos oscuros encontraremos la luz de lo que somos. Hemos sufrido como nunca y hemos reaccionado como nunca habíamos imaginado. Somos la sociedad solidaria que respondió a la riada más trágica con el espíritu generoso de miles de profesionales y voluntarios que lo dejaron todo para ayudar a los otros".
Así se ha expresado la presidenta del Govern para dedicar unas palabras a las últimas tragedias acaecidas en Baleares, como la riada en el Llevant el pasado 9 de octubre o el 'cap de fibló' que durante días privó de electricidad a miles de menorquines, un hecho que ha calificado de "situación indigna" para una sociedad como la de las Baleares en pleno siglo XXI.