Ya contamos la historia de Pau, ahora es la madre de Duna, una niña de 8 años con autismo, la que explica la situación "crítica" que está sufriendo el único centro específico para menores con autismo en Balears.
Tras el cierre de varios servicios y el traslado de los niños y trabajadores, esta madre afectada nos cuenta que el centro Gaspar Hauser cuenta con 10 aulas ubicadas en distintos colegios concertados con una media de 6 alumnos por aula.
"Unos alumnos que necesitan una atención individualizada y un proceso de integración en su escolarización. Para ellos, es primordial establecer un sistema de rutinas, un programa adaptado... es de vital importancia mantener a sus profesoras para conseguir avanzar en su aprendizaje sin desestabilizarlos con cambios de referentes".
Tanto el padre de Pau como la madre de Duna quieren salvar Gaspar Hauser para que las aulas ASCE "tan importantes para la integración" sigan activas. Además de la pérdida de servicios, las nóminas impagada a sus trabajadores hacen que todo esto peligre.
Por ellos, estos padres temen por la continuidad de estas aulas y piden "compromiso firme" de la Administración para asegurar la escolarización de sus hijos en las mismas condiciones que hasta ahora y que los alumnos no tengan que ser reubicados a otros centros y "puedan seguir en sus colegios, con sus compañeros y con sus profesores" manteniendo la estabilidad para lograr "su integración e inclusión".