Según ha informado el cuerpo en un comunicado, las investigaciones realizadas por el Grupo de Robos y Patrimonio Histórico permitió determinar una doble forma de actuar, tanto cuando el detenido actuaba en horario diurno como cuando lo hacía de madrugada.
En cuanto a los hechos cometidos en horario diurno, el detenido se aseguraba que las viviendas asaltadas se encontrasen vacías, para lo cual hacía sonar el timbre y permanecía cerca de la casa esperando la respuesta de los ocupantes de la misma.
En casi una decena de casos, los hechos tuvieron lugar de madrugada, mientras los moradores de las viviendas se encontraban en su interior, con la consecuente inseguridad que estos hechos provoca en las víctimas y la grave alarma social que supone para los vecinos de las zonas afectadas.
Esta conducta permitió que fuera reconocido por dos víctimas, que también consiguieron identificar a otro menor, que resultó igualmente detenido.
Algunas víctimas han señalado que los menores actuaban bajo un claro reparto de tareas, en la que mientras unos realizaban labores de vigilancia en el exterior de la vivienda, el menor detenido se encargaba de acceder al interior de las viviendas mediante escalo o forzamiento de las vías de acceso a las mismas.