La comuna de Ansapit, una de las zonas más pobres de Haití, dispone así de un dispensario que tiene como objetivo principal acercar la atención médica a los 36.000 habitantes, que hasta ahora debían conducir más de tres horas por carreteras en mal estado hasta el hospital más cercano.
Las Hermanas, con más de 68 años de experiencia en República Dominicana trabajando para los más necesitados, son las encargadas de gestionar el centro, así como de realizar las charlas de salud en la zona y las visitas a las familias beneficiarias.
Gracias a los casi 60.000 euros aportados por la Fundación, se ha construido el dispensario y se ha colocado una verja de seguridad para limitar el perímetro. Asimismo, también se ha comprado el equipamiento especializado necesario para poner en marcha el laboratorio y la consulta de ginecología y obstetricia.
En último lugar la Fundación también ha sufragado los gastos de la instalación de placas solares en el centro de salud, ya que Saint-a-Pitre no tiene electricidad por la noche. De esta forma, los jóvenes de la zona podrán acudir al patio del recinto para realizar sus tareas una vez caiga la luz solar.
La Fundación tiene como uno de sus objetivos principales mejorar la calidad de vida y salud de la población en aquellos países que más lo necesitan. Y gracias a ello, hoy en día más de 1.600 personas acuden mensualmente al centro y más de 220 mujeres embarazadas han recibido asistencia médica especializada.