El descubrimiento se hizo a partir de la intervención de Policía Local y Bomberos de Manacor para contener una fuga de agua que estaba anegando los pisos inferiores de un edificio.
Con la intención de buscar los depósitos de agua que pudieran ser los causantes del escape, los agentes accedieron a la azotea del inmueble, donde se toparon con un trastero de puerta metálica del que partía el zumbido de un motor.
Puesto que el trastero estaba cerrado, los policías localizaron a la madre del propietario que, de manera extraña, ya se mostraba reticente a colaborar en la localización de su hijo para que pudiese abrir.
Ya que la fuga no cesaba, el joven se presentó finalmente en el inmueble y accedió a abrir voluntariamente la puerta del trastero, lo que deparó en una sorpresa, pues los agentes descubrieron en su interior un total de 60 plantas de marihuana cultivadas bajo lámparas de calor, ventiladores y extractores, para las que el detenido alegó que eran para el consumo propio.
Además de la incautación de la droga, los policías pudieron comprobar las precarias instalaciones eléctricas de las fuentes de calor, lo que suponía un riesgo para la seguridad vecinal, habida cuenta de las posibles descargas eléctricas que podrían producirse por la fuga de agua.