Deportes
Tiempo de lectura: 5 minutos

Banca March, ¿De qué valores habla?

,

‘Crecemos con valores, crecemos juntos’. Este es el eslogan genérico que Banca March utiliza para promocionar su marca entre sus clientes efectivos y potenciales, tratando de impulsar una imagen de seriedad, sobriedad y compromiso que nada o muy poco tiene que ver con la realidad.

De hecho, que Banca March hable de valores ya resulta de por sí una burla a los miles de usuarios bancarios que en su momento confiaron en esta sociedad de crédito íntimamente vinculada a Mallorca. Porque, ¿a qué valores se refiere exactamente Banca March? ¿A la lealtad con el cliente? ¿A la integridad como modelo de trabajo? ¿A la credibilidad como patente? Más bien, deberíamos afirmar que los únicos valores que verdaderamente defiende Banca March son los del lucro a cualquier precio y dejando de lado cualquier tipo de escrúpulo.

Esa es la única conclusión que cabe extraer del comportamiento de Banca March con sus clientes en un ámbito tan peliagudo y complejo como el de las cláusulas abusivas. Las cláusulas suelo, por ejemplo.

¿Qué clase de valores positivos cabe suponer a una entidad que entre 2003 y 2012, durante los años del boom de las cláusulas suelo, aplicó este acuerdo profundamente desleal en, al menos, el 80% de los préstamos hipotecarios que se tramitaron en esa época?

Y, por supuesto, sin que los clientes estuvieran al cabo de la calle de la situación. No en vano, si bien, desgraciadamente, la práctica de la imposición unilateral por parte del banco de las execrables cláusulas suelo no es, en absoluto, exclusiva de Banca March, la realidad es que en Balears es una de las organizaciones financieras más afectadas.

Así lo afirma el abogado experto en el sector bancario Norberto Martínez-Blanco, cuyos despachos en Palma, Eivissa y Alicante representan a centenares de clientes perjudicados por las malas praxis de las entidades de crédito.

El experto conoce al pie de la letra la forma que ha procedido Banca March, esa banca que presume de valores, antes y después de la sentencia del tribunal europeo que, enmendando la plana a la Justicia española, condenó a los bancos a reintegrar a sus usuarios el dinero percibido irregularmente a causa de las cláusulas suelo.

Concretamente, la alternativa que Banca March puso encima de la mesa a sus clientes fue un ‘acuerdo trampa’, según la definición utilizada por el propio Martínez-Blanco. ¿Y en qué consistía ese ‘acuerdo trampa’? Nada menos en que si el cliente firmaba el documento que Banca March le proponía, renunciaba a ejercer sus derechos por vía judicial. A cambio, en efecto, la entidad le retiraba la cláusula suelo y el titular de la hipoteca notaba una rebaja en la cuantía de las cuotas. Sin embargo, no recibía ningún tipo de devolución por todos los ejercicios en que había estado pagando la cláusula suelo que se le había impuesto en su contrato.

Posteriormente, a raíz del Real Decreto de 2017 aprobado por el Gobierno con la intención de resolver el berenjenal que se había creado, Banca March, tal como explica Martínez-Blanco, comenzó a devolver ciertas cuantías mediante acuerdos privados, pero en la mayor parte de los casos esa devolución no se efectuaba al cien por cien.

En otras palabras, un banco con valores que, sin embargo, no tiene ningún reparo en quedarse una parte del dinero que por ley y por justicia le corresponde al cliente.

¿Y a qué conceptos corresponden esas cantidades retenidas indebidamente por Banca March? Pues, por una parte, el capital amortizado, es decir, el montante que el cliente ha dejado de descontar de la deuda de su hipoteca al haber tenido que abonar el pago de una cláusula suelo.

Y, en segundo lugar, los intereses legales, ya que, como muy bien argumenta el abogado, de la misma forma que el banco cobra unos intereses al cliente cuando le presta un capital determinado, también el cliente tiene derecho a reclamarle al banco los intereses de un dinero que ha pagado y que no debería haber sufragado.

El resultado es que Banca March aceptó devolver solo una parte del capital, pero en buena parte de las reclamaciones nada quiso saber ni del capital amortizado ni de los intereses. Martínez-Blanco estima, en este sentido, que concretamente entre el 30 y el 40 por ciento de las cuantías no se abonaron en su integridad. Ahí sí tenemos una buena lección sobre valores.

¿Y cuál es la situación ahora mismo? Por supuesto, ni Banca March ni el resto de entidades de crédito que impusieron cláusulas suelo ofrecen ya este producto ilícito cuando negocian nuevas hipotecas. Sin embargo, no se lo pierdan, aquellos clientes a los que se les han venido aplicando esta cláusula abusiva y que, por las razones que sean, no han interpuesto ningún tipo de reclamación, las siguen pagando.

Sí, como lo leen. En lugar de asumir el error, y advertir a sus usuarios, Banca March se abona al lema de ‘ojos que no ven, corazón que no siente’ y sigue cobrando cláusulas suelo en préstamos hipotecarios, tal como le consta al abogado Norberto Martínez-Blanco.

No obstante, la buena noticia es que incluso aquellos clientes de Banca March que firmaron el ‘acuerdo trampa’ al que aludíamos anteriormente, tienen la posibilidad de optar a la devolución íntegra del dinero de su cláusula suelo, instando a los tribunales a que apoyen su demanda. Esto es así, al menos, en el caso de los acuerdos formalizados antes de 2016. Luego, como Martínez-Blanco reconoce, los gestores de Banca March blindaron aún más los documentos, y habría que estudiar y analizar expediente por expediente.

El abogado ha tenido ocasión, en estos últimos años, de conocer de primera mano la historia de un número más que destacable de clientes de Banca March. Las cantidades y las características de las hipotecas difieren, pero los hechos guardan un parecido más que razonable entre unos y otros casos.

Así ocurre, por ejemplo, con el ‘acuerdo trampa’. Estos usuarios recibieron un buen día la llamada de un representante de Banca March, asegurándoles que la cuota hipotecaria se les reduciría unos 200 ó 300 euros. A muchos clientes la oferta no les pareció mal, como es lógico. Sin embargo, cuando más tarde supieron a qué cantidades económicas estaban renunciando, les entró la zozobra, dado que se trataría de montantes superiores incluso a los 15.000 euros.

¡Ahí es nada! Esa banca con valores, que invita a sus clientes a crecer juntos, solo entiende el crecimiento en una única dirección: la de sus bolsillos, aunque eso suponga condenar a la desesperación y el sufrimiento a miles de familias.

Actualizado: 5 de noviembre de 2018 , , , , , ,

Noticias relacionadas

Comentarios

No hay comentarios

Enviar un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este formulario recopila tu nombre, tu correo electrónico y el contenido para que podamos realizar un seguimiento de los comentarios dejados en la web. Para más información, revisa nuestra política de privacidad, donde encontrarás más información sobre dónde, cómo y por qué almacenamos tus datos.

magnifiercrossmenuchevron-down
linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram