En la última sesión plenaria, se han aprobado una batería de medidas de la Comisión sobre Plásticos de un Solo Uso que obedece a la necesidad de reducir la cuantía de residuos de plásticos en el mar y su transmisión a la cadena alimentaria en forma de microplásticos, así como la existencia de alternativas y las obligaciones de los productores y los Estados miembros en función del volumen de los residuos.
La basura marina es un problema mundial que va mucho más allá de las fronteras de la Unión y la realidad es que nuestros océanos se están convirtiendo en el contenedor final de residuos, de los cuales la mitad es de un solo uso y un cuarto proviene de elementos de artes de pesca. Más de 150.000 toneladas de plásticos contaminan las aguas europeas cada año, teniendo consecuencias nocivas para la fauna marina y, aún no determinadas, en la salud humana.
La Directiva, encabezada por la belga Frédérique Ries del Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa, se centra en la prevención y la reducción de los residuos plásticos en el mar y complementan las medidas específicas sobre los microplásticos previstas en la Estrategia sobre el plástico de la UE.
El Parlamento Europeo ha aprobado medidas tan importantes como son las obligaciones de reducción del consumo, requisitos técnicos sobre los productos, obligaciones de recogida separada, medidas de sensibilización y, además, los Estados miembros deberán hacer lo posible para que los productores implanten sistemas comunes de recogida selectiva y tratamiento de los residuos, teniendo también la responsabilidad compartida de contribuir de manera adecuada a los costes de limpieza de aquellos plásticos que acaban en las calles y de financiar campañas de concienciación.
Rosa Estarás ha declarado que “tenemos la obligación de frenar el problema de la basura marina y evitar que nuestros mares sean el contenedor final de estos residuos”. Para la europarlamentaria, abordar el problema puede crear oportunidades económicas a las empresas a través de la innovación y la I+D, así como invertir en la prevención de los residuos de plástico puede crear modelos de negocio alternativos y sostenibles que contribuyan a la creación de empleo.
El análisis de la Comisión estima que las propuestas sobre la prohibición de determinados productos plásticos de un solo uso, la introducción de objetivos de reducción, la responsabilidad ampliada del productor, las medidas relativas al diseño de los productos y los incentivos para que los pescadores devuelvan los artes de pesca, permitirían ahorrar millones de toneladas equivalentes de CO2 , evitarían daños medioambientales muy costosos económicamente y supondría un ahorro muy significativo para la población.