A las 18:53 horas, la AEMET declaró la alerta naranja en la zona, si bien no fue hasta las 22:01 que se declaró la alerta roja. En aquellos momentos ya habían caído en el Llevant de Mallorca 230 litros por metro cuadrado y la torrentada se había llevado por delante casas, muebles, vehículos y la vida de 13 personas.
Una situación extrema de emergencia en la que se recibieron más de 2.000 llamadas desesperadas al 112. Pero el 112 no tenía los recursos necesarios para atender tantas llamadas.
Pilar Costa, portavoz del Govern balear, ha reconocido hoy que el número de llamadas se multiplicó por cuatro o cinco, lo que provocó el colapso. "Hubo un momento en el que no todas las llamadas podían ser atendidas", ha declarado.
Una situación que ha provocado el reclamo por los diferentes grupos políticos que testifican que las medidas de prevención no son suficientes ante catástrofes de tal magnitud. "Esto no quiere decir que quedara gente desatendida", ha dicho Costa, ya que más de 200 profesionales ya se habían trasladado a la zona.