De madrugada, a principios de septiembre se produjeron en la localidad de Llucmajor dos incendios en fincas privadas, quemando balas de paja valoradas en más de 10.000 euros, distanciados uno de otro unos 2 km y con una diferencia de minutos entre uno y otro.
La sucesión de estos incendios requirió la movilización de varias dotaciones de Bomberos de Llucmajor y Felanitx hasta altas horas de la madrugada, dada la rápida combustión de los elementos, quedando expuestas las viviendas contiguas y un almacén de reciclaje de residuos muy próximo.
Por ello ante la evidencia de que los incendios habían sido provocados, agentes de la Guardia Civil de Llucmajor iniciaron una investigación, la cual fue estrechando el círculo sobre el principal sospechoso, logrando situar al autor de los hechos en los mismos puntos y a la misma hora donde se habían iniciado los dos incendios. Para ello se obtuvieron pruebas gráficas, testificales y periciales que corroboraron que el acusado se encontraba en los lugares y horas donde se produjeron los fuegos, a los que había llegado con su vehículo en solitario.
En el momento de la detención, portaba en su vehículo cuatro garrafas repletas de gasolina.