El objetivo del proyecto es desarrollar un sistema de apoyo a los operarios que trabajan en las estaciones depuradoras, de modo que se comunique en tiempo cualquier incidencia en el proceso de depuración, como por ejemplo la presencia de vertidos o el mal funcionamiento de los elementos de la estación.
Este sistema se basa en la aplicación de sensores de imagen para captar, con una cámara térmica, imágenes del agua residual en un espectro diferente del visible. Una vez analizados los parámetros de calidad del agua y su relación con la imagen visual y de radiación infrarroja, podrán detectarse problemas -como por ejemplo, la presencia de espumas en el agua- que serán comunicados mediante un sistema de alertas.
La meta final del proyecto es disponer de una herramienta informática que permita adelantarse a cualquier variación en los procesos de depuración y actuar preventivamente para optimizar el sistema de depuración y garantizar la mejor calidad del efluente. Según Garau, el resultado puede traducirse en una mejora y abaratamiento de los actuales sistemas de control y seguimiento.