La acción ha consistido en cambiar durante la madrugada los nombres de algunas de las calles y plazas más significativas y también las más afectadas por la turistificación de Palma, rebautizándolos con nombres como "Calle de Airbnb", "Plaza de Starbucks", "Plaza de Pasa por Donde Puedas", "Calle de los Cruceros", "Calle de Aptur" o "Calle de los Hoteles Boutique", entre otros.
Desde Ciutat per a qui l'habita esperan que esta acción "contribuya a contrarrestar el discurso con el que cada 27 de septiembre, la Organización Internacional del Turismo, ente encargado de la promoción turística de todo el mundo, y los lobbies e instituciones locales se dedican a pregonar las excelencias de la industria turística y a ignorar y callar sus miserias, conflictos y crueldades cada día más extendidas y evidentes".
En este sentido, Ciutat per a qui l'habita pone de ejemplo "la gentrificación de lo barrios, la expulsión de los vecinos, la masificación, la contaminación y la destrucción del territorio, la precariedad laboral, la pérdida de identidad, la destrucción del tejido vecinal y la transformación de ciudades en escenarios, entre muchos otros".