Esta mañana un operativo integrado por personal de diferentes áreas del Ayuntamiento, personal de los juzgados y Policía Nacional ha comprobado que las tres casas afectadas por las órdenes de desahucio estaban vacías.
Los hechos han ocurrido cuando los técnicos municipales se han percatado de que en el solar de una de las casas ya derribadas se estaban poniendo cimientos para nuevas construcciones. Los habitantes del conflictivo poblado de Son Banya se han unido para insultar e intentar agredir físicamente a los técnicos y responsables de Cort presentes en las inmediaciones del lugar.
La Policía ha intervenido para evitar mayores daños y se ha suspendido la actividad de derribo. La previsión del Ajuntament de Palma era iniciar las tareas de demolición de tres casas de la calle Cuatro.
La regidora de Bienestar y Derechos Sociales, Mercè Borràs, ha indicado que se ha decidido retirar a los operarios para garantizar su seguridad personal. "Esta vez ha habido reacción por parte de la gente que vive en Son Banya", ha manifestado la regidora. Por ello, el Ajuntament ha decretado la retirada de los trabajadores y "esperar a otro momento para reemprender la demolición".
En este sentido, ha añadido que esta evacuación ha sido "momentánea" y que "en ningún momento se para la demolición". "Hasta ahora ha ido estupendamente bien. No tiene marcha atrás", ha sentenciado la regidora.
Respecto al desmantelamiento del poblado, la regidora ha comentado que, por el momento, han salido de Son Banya una veintena de niños y ha calificado de "éxito" la operación. "Son Banya no tiene que existir a finales de 2020", ha afirmado.
En total, con las tres casas que se han empezado a derribar este miércoles, Cort ya ha derrumbado diez de las 45 previstas en la primera fase del plan de desmantelamiento del poblado.