Los 1.000 millones en educación no son una novedad. La cifra es reclamada por parte del sector educativo y asociaciones de padres desde que el Govern de Armengol inició su andadura. Aun así, llegar a esta cifra no es tarea fácil.
Y es que la cifra puede parecer astronómica pero sigue siendo insuficiente para resolver las deficiencias del sistema educativo balear. Un sistema educativo que no tiene personal docente suficiente y con un elevado número de aulas prefabricadas.
De todos modos, los afectados y defensores de la Educación Pública, agradecen que, de materializarse la promesa de Francina Armengol, se llegue a los 1.000 millones que tanto exigían pero critican que hayan tenido que esperar tantos años.
Sindicatos y asociaciones de padres y madres defienden que hacen falta mucho más de 1.000 millones y que el Ejecutivo autonómico debería calcular la inversión óptima para que haya plazas públicas de cualidad suficientes para los estudiantes de Balears.