Según el escrito de acusación del fiscal, los hechos tuvieron lugar en el Paseo Marítimo de Palma en la Navidad de 2015. La Fiscalía relata que el acusado, que entonces tenía 20 años, estableció conversación con el menor, que entonces tenía 17, ofreciéndose a acompañarle hacia su casa.
Presuntamente, durante el camino el acusado propuso ir a casa de un amigo para cargar el móvil del menor porque el suyo se lo habían robado esa noche. La Fiscalía sostiene que se desviaron del camino hacia un aparcamiento en el que el acusado tiró del brazo de la víctima hasta un hueco apartado de la vista de los transeúntes.
Allí, según la acusación pública, el acusado se bajó los pantalones y obligó al menor a practicarle sexo oral. Después, presuntamente tiró de él hacia un parque y con una navaja le amenazó para que le entregara su móvil, valorado en 129 euros. El teléfono no ha sido recuperado.
En sus conclusiones, la Fiscalía pide apreciar la agravante de reincidencia ya que el joven fue condenado en 2015 por un delito de robo con violencia.