La convivencia del turismo del todo incluido, que no queremos, y del turismo familiar, que sí queremos, acabará con nuestra gallina de los huevos de oro. Dejaremos morir el turismo en manos de aquellos visitantes incívicos.

Visitantes de borrachera, drogas, top manta y balconing. Turistas que llegan a nuestras Illes por los ridículos precios que algunos hoteleros ofrecen a cambio de barra libre durante todo el día. Hoteleros egoístas que priorizan su beneficio económico al bienestar común.

El objetivo de erradicar el todo incluido es un deber del Govern que todavía no se ha cumplido. Pilar Costa, portavoz del Govern, asegura que desde el Ejecutivo balear se cree que se tienen que limitar los excesos alcohólicos, que "se encuentran localizados en puntos muy concretos", ya que "no es el turismo más general que nos visita pero sí el más ruidoso".