Solo una mínima parte de esta desorbitada cantidad de beneficios se quedarán en Son Sant Joan de cara a mejorar sus instalaciones, la mejora de sus servicios o aumentar el nivel de vida de sus miles de trabajadores, sometidos a condiciones de trabajo extenuantes.
Y es que el Aeropuerto de Palma, una mina de oro en sí misma, no repercute en nuestra comunidad, siendo la puerta de entrada de casi 16 millones de turistas; muchos de ellos, vándalos que abonan suculentas tasas.
El Govern de les Illes Balears y los grupos políticos de Balears juntan fuerzas para reclamar el derecho de decidir sobre el Aeropuerto de Palma para que no sea solo de AENA. El Govern ha solicitado en los términos del Régimen Especial de les Illes Balears (REIB) la gestión del gigante aeroportuario.
"Esta es una reivindicación que hacemos desde el Govern hacia el Estado que se mantiene de actualidad", ha asegurado la portavoz del Govern, Pilar Costa. "Aún no hemos recibido una respuesta positiva, pero desde la negociación del REIB nos preocupa e insistimos en defender", ha concluido.