A la hora de ser juzgado, el acusado alegó sentirse mujer pese a no haber sido sometido a ninguna operación de cambio de sexo. Según informa la BBC y recoge FCINCO, el acusado ya había estado en prisión por pedofilia.
Tras el juicio, fue internado en un centro femenino, puesto que las autoridades inglesas aceptaron sus alegaciones. El traslado se produjo bajo directrices gubernamentales y de las ONGs que defienden los derechos humanos, dado que se recomienda que los presos se internen en centros que se correspondan con su identidad sexual y no con su género de nacimiento.
De esta manera, en la cárcel de New Hall, Karren White cometió cuatro abusos sexuales nuevos. El Daily Mail especifica que Wood se restregó contra una presa, le enseñó los genitales a otra, hizo que una le tocara los pechos y a una cuarta le besó en el cuello sin consentimiento.
Tras lo ocurrido, y pese a alegar disfunción eréctil al no sentirse atraído por las mujeres, Wood fue trasladado a una prisión masculina. Actualmente se le está investigando por un caso de apuñalamiento a uno de sus vecinos.
Los servicios penitenciarios han pedido perdón por los errores cometidos en este caso.