Coincidiendo con la Diada de Catalunya, los de MÉS han lucido un lazo amarillo a favor de la liberación de los presos políticos. Hasta la vicepresidenta del Govern, Bel Busquets, ha lucido uno.
Montse Seijas, por su parte, sigue con su reclamo de sentarse del lado izquierdo de la sala de las cariátidas, algo que pide desde su expulsión de Podem.
Lo que no ha faltado tampoco han sido reproches de la oposición al Ejecutivo de Armengol. PP, Cs y El Pi han atacado la gestión de la presidenta durante los meses de verano, sobre todo por los vertidos de aguas residuales que han marcado, una vez más, la temporada estival.
La presidenta del Govern, por su parte, se ha defendido dándole la culpa a los que gobernaban durante la pasada legislatura: el Partido Popular. "El Govern ha aumentado en un 56% la inversión en mantenimiento y obra nuevas", y añadió que "es muy difícil arreglar las cuestiones en cuatro años cuando los cuatro años anteriores no se había hecho nada por parte de quienes nos gobernaban".
Por otra parte, se ha aprobado por fin tomar en consideración la proposición de ley de la gratuidad de los aparcamientos de los hospitales de Son Espases y Can Misses. Así, el grupo de los Acords pel Canvi, acabaría la legislatura con la mayor parte posible de promesas cumplidas.
