En una carta abierta a la ciudadanía, Noguera ha reconocido que en "las últimas semanas se ha tenido que cerrar en varias ocasiones algunas playas del litoral de Palma", cosa que ha producido "molestias".
Por esto, ha recalcado que están trabajando "de forma intensa para revertir la situación y dar una solución definitiva al déficit histórico de inversiones en materia de saneamiento".
En concreto, ha remarcado que "la depuradora del Coll d'en Rabassa tiene más de 40 años, es obsoleta y se encuentra al límite de su capacidad". Por eso, en los momentos de lluvia intensa se puede sobrepasar su capacidad y producirse vertidos puntuales.
"Algo debe quedar claro: ahora se sabe por qué ocurren, sobre todo porque damos explicaciones". "Es un ejercicio de transparencia inédito en nuestra ciudad y no exento de riesgos, pero consideramos que nos fortalece como institución y nos otorga credibilidad ante la ciudadanía", ha asegurado.
"En tiempos del PP, en la pasada legislatura nadie informaba de nada". "Ojos no ven, corazón que no siente, debieron pensar", ha criticado para luego añadir que "la realidad es más terca que todos nosotros y por eso sabemos que en 2012 se izaron dos banderas rojas, en ambos casos por mala mar, aunque que según los registros de Emaya se constataron un total de 14 vertidos aquel periodo".
Con esto, ha asegurado que desde verano de 2015 están actuando de "forma ágil y eficiente", con criterios de "responsabilidad y transparencia siempre que hay un vertido" ya que "la seguridad y el bienestar de las personas son prioritarios". En este sentido, ha recordado que cuentan con un procedimiento bien definido de gestión de calidad, reconocido y certificado por AENOR.
Por el contrario, Noguera ha censurado que en la legislatura anterior "no se comunicaban los derrames ni se cerraban las playas, con todos los peligros que supone jugar con la salud y la seguridad de las personas".
Tal como ha escrito, en 2012, se puso solo una bandera roja en Can Pere Antoni y en Ciudad Jardín (bien posiblemente por mal tiempo) y, sin embargo, hubo 14 episodios de vertidos.
En 2013, no se puso ninguna bandera roja en la Ciudad Jardín ni en Can Pere Antoni con siete días de vertidos. En 2014, se pusieron cuatro banderas rojas en Can Pere Antoni (relacionadas con el mal tiempo) y hubo 11 días de vertidos.
El alcalde también ha señalado que con el cambio de legislatura, ya en 2015, por ejemplo, hubo 18 episodios de vertidos y se colocaron un total de 19 banderas rojas.
Además, ha dicho que en 2016 se produjeron 16 vertidos y hubo 18 días de bandera roja; en 2017 hubo 10 vertidos, con sus correspondientes banderas, y en "lo que va de año han sido 12 días, todos señalizados con bandera roja" hasta que las analíticas indicaron que el agua "era apta para el baño".