Esto supone que el animal no podrá recibir ningún daño ni, por supuesto, ser sacrificado por la fiesta. De hecho para corroborar que no hay sufrimiento, un veterinario deberá revisar que así sea tras la celebración.
Desde las entidades animalistas y ecologistas han mostrado su rechazo a la celebración de esta fiesta a pesar de la normativa restrictiva.
Manuel Molina, presidente de la Asociación Balear de Abogados por los Derechos de los Animales, en el programa 4 Directe de Canal4 Ràdio, ha acusó el pasado miércoles al Govern de Francina Armengol de haber legalizado el Correbou de Fornalutx cuando, con la legislación anterior, se habría podido ilegalizar por no ser una fiesta tradicional con más de cien años de implantación: “El Correbou de Fornalutx es ahora legal cuando debería ser ilegal. Y lo ha hecho legal este Govern, desgraciadamente”.
Además, el abogado Molina ha lamentado que no se está aplicando la legislación que protege a los animales del maltrato humano. En este ámbito ha recordado a los delfines recluidos en piscinas, los loros que estiran de carritos y los caballos arrastrando los carromatos de turistas de Palma.