El último Consell de Govern del pasado viernes aprobó enviar al Parlament el límite de gasto no financiero de la comunidad para el año 2019: 4.434'06 millones de euros, que ahora deberá ser pactado y votado en la cámara balear.
Estos 4.434'06 millones de euros serán destinados a mantener en marcha la maquinaria burocrática, pagar a los funcionarios y empleados públicos y, en una pequeña parte, a inversiones en escuelas, institutos, centros de salud, depuradoras y transportes, entre otros objetivos.
Sin embargo, la suma total de los Pressupostos de la Comunitat Autònoma de les Illes Balears de 2019 se elevará en, como mínimo, otros mil millones de euros, sino algunos más. Según fuentes de la Conselleria d'Hisenda de Catalina Cladera, se calcula que estos otros 1.000 millones y pico serán el gasto financiero que se dedicará no a educación, sanidad o servicios sociales, sino a pagar la deuda pendiente a los bancos.
Con ello 1 de cada 5 euros de Baleares se irán directamente a engrosar las cuentas de resultados de las entidades financieras.
Pero el pago de estos más de 1.000 millones a los bancos no supondrá recortar el monte total de la deuda financiera. Los intereses que se arrastran y el seguir acudiendo al endeudamiento año tras año hace que el monte total de la deuda, ahora en 8.800 millones, prácticamente no se rebaje. De hecho, este 2018 solamente se ha recortado la deuda total en poco más de 120 millones, una ínfima parte del total.