En total se trata de 13 aparatos por el interior, y 3 más preparados para estar al exterior. Se trata de una actualización del material de que ya disponían las dependencias municipales, y que ha supuesto un gasto de 21.659 €.
Los nuevos equipamientos se han distribuido entre los edificios municipales y espacios públicos, como el Ajuntament, la Escuela de Música, las escoletes municipales, el Teatro Principal, los diferentes locales que utilizan las asociaciones vecinales y de gente mayor, las piscinas municipales, el polideportivo de Santanyí o la plaza Sant Miquel de Calonge.
Además, en los próximos meses, se hará una formación específica a 50 trabajadores municipales porque en caso de emergencia puedan utilizar los desfibriladores sin problemas.
La regidora de Salud, Maria Pons, ha mostrado su compromiso para que Santanyí continúe siendo un municipio cardioprotegido: “es muy importante para nosotros que todos nuestros vecinos estén un poco más tranquilos sabiendo que tenemos el equipamiento adecuado y la formación correcta para actuar en caso de emergencia. Santanyí siempre ha sido un municipio pionero a la hora de equipar nuestras instalaciones para situaciones complicadas. Por eso, invertimos siempre que nos es posible, al actualizar nuestros desfibrilador y formar nuestros trabajadores”.