Los niños, que nacieron de manera prematura, sufrieron complicaciones en sus primeros meses de vida. Una experiencia que relatan sus padres con todo lujo de detalles públicamente.
"Nos alegra que Leo y Manuel nunca recuerden los tubos o los electrodos que les acompañaron en la unidad de cuidados intensivos, que olviden los sonidos de los monitores que medían su ritmo cardiaco y su respiración. Nos gusta pensar que un día mirarán con extrañeza las fotos que les hicimos cuando eran tan pequeños", escribe Irene Montero en su página de Facebook.
Además, aprovechan para reforzar sus convicciones políticas y defender un sistema de salud universal, tal y como puede leerse en la publicación. "El nudo que tenemos en la garganta nos ha empujado a escribir para dar las gracias a quienes nos han ayudado a llegar hasta aquí", aseguran. Pablo e Irene se despiden dando las gracias y dejando constancia de que esta cicatriz es para "no olvidarla nunca".
