Los hechos tuvieron lugar a comienzos del mes de agosto cuando los autores derrumbaron parte de una de las paredes del establecimiento, coincidiendo ésta con la zona en la que se encontraba anclada la caja fuerte.
Al encontrarse la caja fuerte protegida por una chapa metálica, los autores no pudieron acceder a la misma, si bien sí que sustrajeron del interior del establecimiento dos uniformes de la empresa.
Con posterioridad se verificó que los autores habían venido utilizando la uniformidad sustraída para, haciéndose pasar por trabajadores de la empresa, acudir a varios de sus proveedores adquiriendo material que no era abonado y que quedaba a cargo de la misma.
El material que de forma engañosa obtenían, era principalmente cobre, el cual luego vendían a casas de reciclaje.
El importe total de la estafa detectada asciende a 7.500 euros.
Las investigaciones han sido realizadas por el Grupo de Robos y Patrimonio Histórico de la Jefatura superior de Policía en las Illes Balears, culminando con la detención de los dos presuntos autores de los hechos de 26 y 32 años, resultando ser uno de ellos un antiguo empleado.