Urdangarín cumple sus 5 años y 10 meses de pena en el módulo para reos masculinos de la cárcel de Brieva. Allí está completamente solo. Ningún otro condenado o preso preventivo le acompaña. Ninguna otra persona en toda España disfruta de este privilegio.
Sin embargo, hasta el mejor dulce es a veces empalagoso. Lo que sería una maravilla para los miles de condenados y presos preventivos que están hacinados en las repletas cárceles españolas, para Urdangarin es una molestia. De ello nos informa OK Diario. Según este digital, Urdangarin se ha quejado a los funcionarios que le atienden: "Es muy difícil llevar la soledad".
Seguro que muchos de los otros reclusos encerrados en el resto de las cárceles españolas se cambiarían ahora mismo por Urdangarin.