Mireia Rubio, hasta hace unas horas secretaria del grupo morado de Cort, ha dejado el cargo. Una noticia que no tendría más trascendencia sino fuera por las expresiones que ella misma ha compartido en redes sociales para explicar su renuncia al puesto de trabajo y salario públicos, que obtuvo a dedo y como cargo de confianza: "He renunciado por el trato recibido, por el menosprecio constante y ninguneo por parte de personas concretas que trabajaban conmigo".
Y añade la dimitida Rubio: "Mientras estas personas continuen allí es imposible construir nada para mejorar esta sociedad".
Con estas extremadamente duras y ácidas palabras ha renunciado la secretaria del grupo municipal de Podemos. Calificativos y valoraciones no dirigidas a los partidos de la oposición y a personas de otros grupos ideológicos, sino a sus propios compañeros de Podemos.
Mireia Rubio asume que este paso "no es una decisión fácil ya que te quedas en la calle, sin trabajo, pero llega un momento que te tienes que parar y cuidar tu bienestar. Estar de baja cada dos por tres por la ansiedad que te supone trabajar con esta gente no te compensa (...). No te queda otra opción que alejarte de aquellos que, por un poco de poder, justifican cualquier acto o comportamiento en beneficio propio".
Estas palabras, publicadas abiertamente por la dimitida en las redes sociales y al alcance de todo el mundo, reflejan los motivos que le han llevado a dejar un suculento cargo: el de secretaria del grupo municipal de Podemos en el Ajuntament de Palma.
Además, Rubio señala que su dimisión es la cuarta registrada entre los colocados a dedo por Podemos en Cort.
Este es un nuevo capítulo del largo rosario de inquinas y fobias del grupo podemita municipal palmesano. Los cinco conejales morados de Ciutat están divididos en dos grupos irreconciliables. Sobreviven espalda contra espalda y enfrentados.
Por un lado, conforman el dueto que hoy por hoy controla las riendas del poder interno Antònia Martín (regidora de Sanidad y Consumo) y el regidor Rodrigo Romero (de Infraestructuras y Mantenimiento). Al otro lado del ring encontramos a Aurora Jhardi (teniente de alcalde de Función Pública y Gobierno Interior), Aligi Molina (de Igualdad, Juventud y Derechos Cívicos) y Eva Frade (de Participación Ciudadana).
Destacar que Antònia Martín es la actual secretaria general de Podemos Palma, elecciones en las que se enfrentó y venció, con el apoyo de Rodrigo Romero, a Aligi Molina, que contó con el apoyo de Jhardi y Frade. El enfrentamiento se ha ido enconando y ha motivado la situación actual, que provoca estos ceses de altos cargos nombrados a dedo y las expresiones durisimas abiertas al público de los que se van y quieren dejar muy claras las razones de sus renuncias señalando con el dedo acusador a aquellos que han motivado el provocarles "estar de baja cada dos por tres por ansiedad".
La dimitida secretaria general Mireia Rubio formaba parte de los cargos de confianza digitados por el grupo de Jhardi. Desde que cambiaron las relaciones de poder en el grupo municipal, con el ascenso de Martín, la conflictividad interna ha ido en aumento, finalizando con esta cuarta dimisión.
La cangrena interna de Podemos está afectando al equipo de gobierno municipal que encabezan Antoni Noguera, de MÉS per Mallorca, y José Hila, del PSIB, especialmente ahora que el regidor Molina ha vuelto a encender las fogatas de la indignación cívica con sus palabras acusando de racistas a los pequeños empresarios por oponerse al comercio ambulante ilegal del top manta.
Aligi Molina y Aurora Jhardi han ido de la mano en esta polémica ya que la teniente de alcalde ha boicoteado desde su alto cargo en Cort, con la anuencia de la pasividad de Noguera y Hila, la entrada en vigor de la ordenanza cívica municipal que permitiría a la Policía Local luchar con eficacia contra los vendedores ambulantes ilegales, los trileros y otras actividades que envenenan el turismo y el comercio de Palma.