¡No faltaba más! Aquí en Mallorca hemos contemplado como el Gobierno (PSOE, Mes y P’s) se ha comportado obsesivamente contra la enseñanza separada por sexos. La llamada educación diferenciada. El Gobierno Armengol y el partido socialista ha recibido varios varapalos en los Tribunales. Y, ni aún así. ¡No aprenden!
La Sentencia del TC de 10 de abril de 2018 desestimó el recurso de inconstitucionalidad presentado por 50 diputados socialistas contra determinados aspectos de la LOMCE. Pues bien, la citada Sentencia del Pleno del TC establece dos conclusiones, a saber:
1). “El sistema de educación diferenciada es una opción pedagógica que no puede conceptuarse como discriminatoria. Por ello puede formar parte del derecho del centro privado a establecer su carácter propio”.
2). “… los centros de educación diferenciada podrán acceder al sistema de financiación pública en condiciones de igualdad con el resto de los centros educativos; dicho acceso vendrá condicionado por el cumplimiento de los criterios o requisitos que se establezcan en la legislación ordinaria, pero sin que el carácter del centro de educación diferenciada pueda alzarse en obstáculo para dicho acceso”.
¡Varapalo en toda regla! Esperemos que no se les vuelvan a ocurrir nuevas aventuras procesales, tan carentes de fundamento. Entre otras cosas, porque su coste económico lo pagamos todos los ciudadanos. Ni el Gobierno ni los chupatintas de turno, que le rodean y le jalean. Al filo de unas reflexiones de Navarro-Valls en ‘El Mundo’, desgranaré la enseñanza constitucional sobre el particular.
Frente a la doctrina socialista, el TC en su sentencia nunca habla de ‘segregación’ y sí de educación diferenciada. Era obvio para cualquier observador no sectario. Segregar implica separar y marginar personas o grupos por motivos políticos, culturales, religiosos. Diferenciar, como subraya Navarro-Valls, “supone establecer, mediante comparación, las disimilitudes entre dos o mas personas o cosas”. Un ejemplo, que tomamos del citado Navarro-Valls, les será ilustrativo a los componentes del
Gobierno Armengol: Una cafetería con aseos para hombres y para mujeres (diferenciar) y si a los hombres de color se les prohibiera entrar en los aseos de hombres (segregar).
Tampoco puede hablarse, como dicen los socialistas y adláteres, de la existencia de discriminación alguna en los colegios privados de educación diferenciada. El TC es claro. Una vez más, vuelve a salir el tema de la tutela de las libertades en un sociedad libre, como se supone que es la española. Cosa diferente es que no le guste al sectarismo rampante, partidario, por supuesto, de imponer uniformidades. Pueden –en esto consiste la libertad- coexistir perfectamente distintos modelos educativos sin que nadie (tampoco los Gobiernos) tenga derecho a imponer uno de ellos.
Mal que les pese a tanto sectario como pulula en la sociedad española, las Declaraciones internacionales ratifican la idea de no discriminación aplicada a los textos de educación diferenciada. La Conferencia General de la Unesco (14.12.1960, ratificada por España en 1969), determinada, en su art. 2, que “no son constitutivas de discriminación: a) La creación o mantenimiento de sistemas o establecimientos de enseñanza separados para los del sexo masculino y para los del sexo femenino, siempre que esos sistemas o establecimientos ofrezcan facilidades equivalentes de acceso a la enseñanza, dispongan de un personal docente igualmente calificado, así como de locales escolares y de un equipo de igual calidad y permitan seguir los mismos programas de estudio o programas equivalentes (…)“.
Esto ya lo sabían los sabios y concienzudos socialistas. ¿Por qué, entonces, interponen el recurso en base a una supuesta discriminación?
Por sectarismo, por no respetar la libertad de todos los ciudadanos, por buscar, como sustituto, la imposición de la uniformidad: su pensamiento.
No pueden resistir a la tentación de su ADN. El ciudadano que vota a estas opciones debería valorar que lo hace por unos partidos que no tutelan su libertad y que, en contra de la misma, quieren imponerle posiciones uniformes (la manera de ver las cosas por la izquierda) que, en modo alguno, garantiza nuestra Constitución. En consecuencia, deberían valorar su complicidad a la hora de construir una sociedad libre y abierta.
Por si no fuera suficiente la anterior Declaración de la Unesco (1960), habría que añadir que fue confirmada por el Comité de Derechos económicos, sociales y culturales de la ONU (1999). El Consejo de Estado (2013) concluyó que “la educación diferenciada, como modelo pedagógico, no puede considerarse un supuesto de discriminación por razón de sexo”.
Esta es la posición jurisprudencial vigente en Francia, Bélgica, Reino Unido (2008), Alemania (2013) y Estados Unidos (1996). En este último país, a partir de Obama, la la educación diferenciada ha recibido un fuerte impulso.
No se acierta a comprender qué problema puede haber en que el ciudadano, en los centros educativos privados, opte por el modelo pedagógico que estime oportuno. Esto es lo propio en las sociedades plurales y abiertas. ¿Qué no les gusta a los socialistas y socios de gobierno? Peor para ellos. Siempre es preferible optar por el propio menú a que te lo impongan mediante manipulación y la propia complicidad. ¿Cuándo aprenderemos cosas tan elementales para la vida en una sociedad sana?
¡Tú mismo!