Además, es el mes, de lo que llevamos de temporada 2018, donde el porcentaje que han aumentado su facturación es más bajo: 11,63% en julio, 16,54% en junio y 14,12% en mayo.
Casi 23 puntos, de 34,56% a 11,63%, ha bajado el porcentaje de empresas con incremento en su cifra de negocio respecto a los datos que arroja esta misma encuesta elaborada el año pasado.
Hay que remontarse hasta el año 2012 para encontrar unos porcentajes similares de un 60% de empresas que ven reducida su facturación en términos interanuales.
El verano 2018 no muestra indicios de mejora. La temporada no va bien. Las pequeñas y medianas empresas turísticas, que con antelación habían apostado para aumentar la calidad de sus servicios a través de una mayor contratación y empleo, ven como la temporada sigue una evolución que para nada era la esperada.
Para muchos, Menorca nunca ha sido la primera opción en la elección del un lugar donde pasar las vacaciones, y menos tras la recuperación de nuestros mercados competidores más potentes, de una parte; y, por otra, la incerteza a la hora de elegir un destino dependiente de la conectividad aérea, cuando varias de las compañías operadoras son permanentemente noticia por sus problemas de gestión y conflictividad.
Si a todo ello, le sumamos los visitantes que han dejado de venir porque no podían alojarse en viviendas vacacionales, debido a la disminución de esta oferta de alojamiento provocada por las limitaciones de Consell Insular de Menorca y Govern de les Illes Balears; ahí tenemos el resultado.
La reducción de los días de estancia y la reducción en el gasto total en destino al que añaden el incremento del 100% de la ecotasa son algunas de las causas que han provocado los malos resultados, apuntan los empresarios.
