Además, el local tampoco cuenta con las autorizaciones sectoriales correspondientes y había reconvertido un almacén en una especie de habitación reservada para trabajadores y clientes.
En cuanto a seguridad, dicho establecimiento carece de salida de emergencia practicable, la boca de incendios no tiene presión suficiente, no funciona la central de alarma, uno de los extintores está caducado, apenas tiene alumbrado de emergencia y se ha constatado que se habían realizado conexiones eléctricas que no garantizan la seguridad del local.
A todo ello, los inspectores de la Policía Local de Calvià han observado que en la sala de climatización hay una puerta de madera que comunica con el edificio residencial Apolo y que no cuenta con las debidas medidas de seguridad contra incendios, por lo que el fuego se podría propagar fácilmente. A ello hay que añadir que solo se ha podido localizar un detector contra incendios, el cual está desconectado.
En agosto del año pasado, la Policía Local de Calvià clausuró cinco burdeles que funcionaban en los bajos del Edificio Apolo por no atender a la licencia de actividad por la cual estaban dados de alta. La Comunidad de Vecinos de este edificio, situado en el nº11 de la calle Punta Ballena, ha reiterado al Ajuntament sus quejas por vivir en una situación de inseguridad generalizada y por la captación de clientes de prostitución en las zonas comunes del edificio.