La especial orografía de los bosques, como elemento vivo, que crece y cambia constantemente, hace que Endesa, consciente de las dimensiones de su red, destine una inversión singular para proteger los espacios forestales baleares sieguen sus directrices de sostenibilidad y protección ambiental. Se focalizan, especialmente, los espacios boscosos y otros especialmente sensibles para la sociedad, que reclaman una protección y dedicación máxima.
De este modo, una de las tareas esenciales para garantizar este objetivo es la tala selectiva de la masa forestal -árboles, sotobosques y arbustos- que crece alrededor de las líneas eléctricas, respetando el espacio estipulado por la administración entre el bosque y los cables más próximos. Estas acciones permiten minimizar el riesgo de posibles contactos de los árboles con la red de distribución en casos de meteorología adversa, como es el viento y la lluvia, y las consecuentes incidencias en el servicio.
La tala y poda selectiva de la masa forestal que crece cerca de las líneas eléctricas es uno de los trabajos esenciales del Plan de Anual de Mantenimiento desarrollado por Endesa. La especial orografía de algunas zonas de las islas puede hacer especialmente complejo el desarrollo de estos trabajos, por lo cual Endesa destina recursos adicionales para asegurar que sus actuaciones en los espacios forestales garantizan la adecuada conservación. Del mismo modo, Endesa comprueba el correcto estado de todos sus elementos de la línea para garantizar la mejor calidad de servicio.
Por eso, Endesa, analiza las características del terreno por donde pasan las líneas de distribución, y define cuáles son los espacios más sensibles por su singularidad. De esta forma los trabajos se adaptan en el territorio, protegiendo especialmente las áreas más sensibles tanto por sus condiciones forestales, así como por las características medioambientales y geográficas.