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Carta al Partido Popular: quizás la última oportunidad

Señoras y señores afiliados y militantes, simpatizantes y seguidores, votantes, parlamentarios, alcaldes y concejales, diputados y senadores del Partido Popular:

Están todos ustedes quizás ante su última oportunidad.

En el congreso extraordinario de los próximos días 20 y 21 deberán, a través de sus compromisarios, elegir a la persona que ha de poner fin a la nefasta herencia de Mariano Rajoy y que les ha situado al borde del precipicio político en el que ahora se tambalean y, si no rectifican, a punto de su irremediable y absoluta extinción. Extinción a la que han llegado aborregados por el cesado presidente pero también por todos aquellos que le rodeaban y le reían las ocurrencias sin nunca rechistar ni aportar ni una brizna de autocrítica.

Ante este deleznable panorama, señores militantes y dirigentes del Partido Popular, no miren hacia otro lado y asuman su alícuota parte de responsabilidad en la debacle que ahora protagonizan. Todos y cada uno de los que han callado, sonreído e, incluso, aplaudido mientras su Partido Popular se desmoronaba deben impulsar aquello que ya debieron protagonizar hace mucho tiempo: el cumplimiento ahora sí de los principios ideológicos del Partido Popular.

Pero esta no es, lamentablemente, su manera habitual de actuar. Todo lo contrario. Han dejado ustedes tras de sí un reguero de falacias, mentiras y cobardes actuaciones basadas en el vomitivo desprecio al votante. De hecho, está en el ADN del PP decir una cosa y hacer otra. Decir que están al lado de las empresas y, sin embargo, frenar su creación y crecimiento con auténticos campos minados de continuas inspecciones, normas inútiles, burocracia repetitiva y tasas confiscatorias. Decir que su prioridad son las clases medias y freírlas a impuestos. Decir que las familias son el eje de su actuación y dejarlas absolutamente arrinconadas en sus políticas de vivienda, fiscal, de movilidad, sanitaria y también educativa.

Señores del PP:

Les ha importado hasta ahora un auténtico bledo su programa electoral y el voto soberano de la ciudadanía. Por eso ahora están donde están, han ido reculando votación tras votación y su papel es irrelevante. Una situación que padecen los votantes, y, por encima de todo, aquellos militantes que dieron la cara por el partido y ahora ven como se la abofetean mientras los verdaderos culpables se pasean pavoneándose ante las cámaras de las televisiones para hacernos creer que aquellos que provocaron el desaguisado son los que ahora deben ser otra vez reelegidos para solucionarlo. Y eso no debe ser así. Es imposible que el mentiroso ahora, por arte de birlibirloque, diga la verdad. Es inconcebible que aquellos que han sumido el Partido Popular en la peor de sus crisis, que lo han colocado al borde del acantilado, a un paso de la desaparición, ahora sean los que lo enderecen. Eso es imposible.

Todos aquellos que estuvieron sonriendo bobaliconamente las ocurrencias de Rajoy deben abandonar cualquier aspiración a sucederle. Todos aquellos que aplaudieron sus desvaríos deben dar un paso al margen. Y más aún si ocupaban la poltrona de la Vicepresidencia del Gobierno de España. Soraya Sáez de Santamaría, señores del Partido Popular, es más de lo mismo, es inseparable de la gestión de Rajoy, es un apéndice de un cuerpo corrompido por el egoísmo y la falsedad. Soraya Sáez de Santamaría no puede ahora solucionar aquello que ella misma contribuyó a crear.

No hay que acudir a las hemerotecas para recordar que bajo la dirección directa de Sáez de Santamaría la crisis catalana no tan solo no se ha solucionado sino que se ha agravado enormemente. La vicepresidenta fue colocada por Rajoy como la bombera que debía apagar los fuegos de la ira catalana y ha sido una auténtica pirómana exacerbando las divergencias.

También debemos poner en evidencia que no se le arrugó ni un milímetro el entrecejo a Sáez de Santamaría cuando el Gobierno que ella vicepresidía desbocó la deuda pública española, ya por encima del propio PIB nacional, y esquilmaba el fondo de pensiones de la Seguridad Social. Y una persona que arrastra estas nefastas realidades, que ha causado estos dislates, de ninguna de las maneras nos puede hacer creer ahora que nos aportará las soluciones. Ya que ella no tiene la vergüenza de reconocerlo, a los militantes del PP debería darles esa misma vergüenza verla a ella –a la persona que se ha caracterizado por no saber, querer ni poder gestionar el Gobierno de España– presentándose como la adalid de la gestión.

Soraya estuvo al lado de Mariano y, si Mariano ha hundido al PP, no será Soraya la que lo salve. Y, sinceramente, nos atrevemos a pronosticarlo: con Sáez de Santamaría al frente, el Partido Popular seguirá su deriva autodestructiva.

Señores militantes y dirigentes del Partido Popular:

Tienen ustedes una última oportunidad. Quizás la última antes de lanzar a su propio partido por el barranco. Por una vez, sean valientes. Levántense y exíjanse a sí mismos lo que la ciudadanía espera de ustedes. Den un giro a su deriva. Conviertan a su partido, el Partido Popular, en aquello que jamás debió dejar de ser. Pueden hacerlo. Es quizás su última oportunidad. Aprovéchenla

Actualizado: 14 de marzo de 2022 , ,

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