Más de 1.500 personas se acercaron hasta el núcleo costero para disfrutar del virtuosismo de Vassilev, que fue alentado por centenares de compatriotas en el caló. En Bulgaria, el violinista es todo un símbolo y un referente en la música y la cultura.
Cómo es habitual en los conciertos de ‘Música arran de mar’, el intérprete llegó por mar subido a una embarcación que lo dejó en el muelle, y desde donde empezó a tocar.
Acompañado en todo momento por la Orquesta del Festival de Santanyí dirigida por Vicenç Balaguer, el programa comenzó con ‘las Cuatro Estaciones’ de Vivaldi, que con la enérgica manera de tocar de Vassilev, enamoró al público totalmente entregado desde los primeros compases.
En la segunda parte del espectáculo tocaron una partitura de George Gershwin que, literalmente, llegó caída del cielo.
Para acabar, el violinista volvió a partir del muelle en barca mientras recibía una fuerte ovación, como pocas veces se había visto en el Caló d’en Busques de Cala Figuera.
