Hace poco más de un año, Manuel Cáceres Artesero, uno de los hinchas más famosos de la selección de fútbol española, ya tuvo un disgusto pues le robaron el bombo en Murcia. Las redes y él mismo se movilizaron. En pocas horas la Policía Nacional ya había recuperado el instrumento.
Y estos días, más de lo mismo. Las autoridades rusas prohibieron la entrada del bombo a los estadios donde España disputa sus competiciones. Manolo, desplazado especialmente a Rusia, ayer estalló y, entre lágrimas, no dudó en pedir la intermediación del mismísimo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para poder seguir animando a su selección como ha hecho en las últimas décadas.
Pues parece ser que sus lágrimas han logrado conmover a la mismísima FIFA, que ha solucionado el conflicto. Así, este domingo, Manolo podrá animar a la selección con su querido bombo, como lleva haciendo desde hace numerosos años.