El Consell de Mallorca, con los mismos partidos que en el Govern, también se ha adherido a esta prohibición. Todo ello, según alegan los actuales gestores de las instituciones insulares, para preservar a Balears de la recepción de residuos producidos en otras regiones.
Sin embargo, los lodos producidos por las depuradoras de Eivissa son transportados en barco a la Comunidad Valenciana para que sean allí incinerados, con el pago de dos millones de euros anuales por parte de la Conselleria de Medi Ambient. Y, ahora, el Consell de Mallorca anuncia que está preparando un plan de aplicación inmediata este mismo verano para enviar a esa misma comunidad otras 4.000 toneladas de lodos de las depuradoras mallorquinas.
Si la Comunidad Valenciana actuara con los mismos principios que las Illes Balears, estos residuos no tendrían ninguna salida y deberían ser el propio Govern y los consells de Mallorca y de Eivissa los que tendrían que autogestionar un problema que ahora 'exportan' a Valencia.